viernes, 27 de agosto de 2010

"Como realizar una dieta saludable sin tener un mango?" Edición especial para pequeños burgueses.

Hoy las circunstancias me encuentran arrinconado por dos frentes totalitarios: el dinero y la salud. Lo peor de todo, es que los dos guachos no se conforman con su totalitarismo y cooperan para profundizar la situación. Cómo es esto? Las salud empeora y tenemos que comprar nuevos remedios, cada vez más caros. Esto hace que nuestro poder adquisitivo disminuya más de lo deteriorado que venía. Entonces qué hacemos? Trabajamos más, nuevamente empeorando nuestra salud y necesitando mas dinero para compensarlo. Noooooo, realimentación positiva, este lazo esta fuera de control y no hay nada peor para un ingeniero!
Debido a estas graves circunstancias impuestas por el destino, y principalmente por nuestro espíritu pequeño burgués que no nos tiene acostumbrado a estos trotes, nos vemos desorientados y sin herramientas para combatir las circunstancias. Es por esta razón que decido realizar este pequeño manual de autoayuda de "Como realizar una dieta saludable sin tener un mango?" en su edición especial para pequeño burgueses.


Nos focalizamos en el invierno, ya que es la estación que hoy nos toca, y especialmente, porque es en la que mas comemos y más hambre tenemos. Pero no todo es negativo en el invierno en lo que hace al aspecto alimentario, ya que tiene la particularidad de brindarnos 3 elementos a un precio muy accesible: las mandarinas, la espinaca y la acelga. Estos 3 prodigios de la naturaleza serán los pilares de nuestra dieta saludable y económica.
Que decir de la mandarina, esa compañera de ruta para cualquier momento del día donde nos pica un poco el bagre, y la que me acompaña mientras escribo este documento (Dos gajitos adentro y sigo escribiendo, bancame que escupo las semillas en un vacito). Algún filósofo popular la ha denominado la auténtica “fruta peronista”, y dicha definición ha recibido importantes apoyos en los sectores populares. Algunos fundamentan que esa denominación viene de su bajo precio y de un trabajo científico [Salvestrini et al] que demuestra que los compañeros peronistas consumen un promedio de 68% más de kilos de mandarina por año que el resto de la población. Sin embargo, yo, sin ser peronista, me meto en la polémica, y le doy otro fundamento por lo que la mandarina se merece ser llamada la “fruta peronista”. Usted ya se dio cuenta?, sí, justamente esa, la mandarina es la fruta no tolerada por el gorila. Y todos sabemos que si en algo nos ponemos de acuerdo con los peronistas, es en la lucha contra el gorilaje. ¿Por qué es que el gorila no se lleva bien con la mandarina? ¿Será solo cuestión de piel? No lo sé, pero si puedo afirmar que uno de los factores más relevantes es su intenso olor. Ese aroma exquisuito que puede viajar por el aire decenas de metros. Cuando en el trabajo, mientras programo mi placa de video, saco una mandarina para darle un poco de glucosa a mi cerebro, mis compañeros de oficina se dan cuenta instantáneamente de la presencia de una mandarina entre nuestras cuatro paredes. Y no se crean que recibo quejas, por suerte en la oficina no tenemos presencia gorila aunque a algunos le asomen unos cuantos pelos por el cuello de la remera. Entonces ahí es cuando vienen los pedidos, algunos indirectos como “Uhh, estás comiendo una mandarina?” o “Qué pinta que tiene esa mandarina!” y otros un poco más concretos. Y ustedes ya saben que donde hay una necesidad hay un derecho, así que por más que andemos con los bolsillos secos una mandarina no se le niega a nadie! Distinto sería si nos encontraramos en la oficina de enfrente, donde Raúl, con su vozarrón inigualable, nos diría “uhhh, que olor, esa si que es una fruta de negros”. Por supuesto que se cumple con la máxima, Raulcito es flor de gorilón.
Nos fuimos por las ramas, pero a la mandarina siempre hay que sacarle el jugo. Ella será nuestra base alimentaria durante el día, cumpliendo con nuestros dos objetivos, ser un alimento sano y económico (puede llegar a conseguir 3kg x 3 pesitos, una bicoca!). Entonces todas las mañanas, antes de salir a trabajar, meteremos en nuestra mochila entre 4 y 6 unidades de esta deliciosa fruta. Con esto no solo lograremos tener un alimento a mano cuando nos agarre hambre, sino que también será fundamental para obtener la dosis necesaria de vitamina C para pasar el invierno sin agarrarnos ni uno de esos pasajeros resfríos de mocos transparentes. Algunos se han quejado de esta metodología, de lo poco cómodo que es comer mandarinas, por sus jugos, su cáscara y sus semillas, pero eso es porque no han podido romper con parte del espíritu de pequeño burgués. Para ellos, se recomienda que lleven siempre una bolsita donde depositarán cáscaras y semillas, y una carilina para secarse los dedos. Para los que hemos podido romper con este prejuicio, nos alcanzará con tener un bolsillo en la mochila o en el pantalón que hará de deposito de semillas, y nos permitirá mantener nuestros bolsillo con un olor natural y resfrescante, eliminando ese viejo olor a húmedad y a monedas manoseadas. Para la limpieza de los dedos, contamos con varias opciones que se adecuarán a las circunstancias. Si tenemos nuestras manos limpias, optaremos por nuestra favorita, nos chuparemos los dedos como gato con su culo. De caso contrario, usaremos la parte trasera de nuestro pantalón o algún boleto de colectivo de esos que siempre andan dando vueltas por nuestros bolsillos; en el caso de que el verdulero nos haya premiado con una mandarina desbordante de jugo, optaremos por secarnos con nuestras propias medias, gracias a su alto poder de absorción. Y si no tenés medias? No jodamos! Estamos en invierno! A medida que te acoples a esta rutina, comprobarás, como decíamos antes, que la mandarina será una gran herramienta para detectar gorilas. Su lugar de máxima eficacia es sin lugar a duda el transporte público. Mientras hacés equilibro en un subte desbordante, entre gajo y gajo, verás como viejas gorilas, al oler tu mandarina o verte chuparte los dedos, te miran con desprecio. Lo mismo pasará en el colectivo, pero en este caso recomendamos ingerir este preciado alimento luego de conseguir un asiento para evitar golpes y contusiones.
Ya hemos resuelto gran parte del día, que por supuesto siempre acompañaremos con unos rendidores mates. Para aqueellos días que nos desborda el hambre, nos permitiremos salirnos de nuestra dieta, y nos daremos el gusto con unos bizcochitos don satur (en su defecto unas pepas económicas) o una sabrosa tortilla santiagueña. Elementos fundamentales para la vida del pueblo trabajador y de los estudiantes.

En el segundo fascículo buscaremos como conseguir nuestros objetivos a la hora del almuerzo y la cena.